sábado, abril 07, 2007

Una Canción de Peces

Tengo dos amores
atrapadados en el ansia y el deseo.
Ay!…Los dos me encantan. Cantan.
Ramas de un mismo árbol caliente.
Animales de la misma especie. Peces.

Los dos me habitan
y no se estorban casi nunca.
Son tan corteses y educados
que uno se hace a un lado cuando el otro pasa,
se saludan atentos
y se reparten
para entretenerme los días
sin hacerse daño,
acompañándose de celos desvestidos
mientras nadan en las aguas
subterráneas y oscuras
que bajo mi piel inventan.

Uno vino primero y era más joven
me enseñó el amor, el fuego y la paciencia.
Trajo caminos nuevos y deleites.
Otro vino después cuando era mayor
me enseñó el amor, el fuego y la aventura.
Trajo caminos nuevos y deleites.
Sin darme cuenta y al unísono
los dos me fueron creciendo
como fogosas semillas de sandía,
aunque no sin silencios, trabajos y tormentas.

Cuando uno me desató
el otro me contuvo,
cuando uno me asustó
el otro me protegió.

Tengo dos amores
atrapadados en el ansia y el deseo.
Dos hombres asoleados
que saben del fruto y del pájaro
del monte y del fuego
del agua y del encanto.
Del encanto.
Ay!…los dos me encantan. Cantan.
Ramas de un mismo árbol caliente.
Animales de la misma especie. Peces.

Tuve en ambos consuelo para la fiebre
que el otro me produjo.
Me pusieron toallitas frescas en la frente,
me aliviaron las jaquecas,
me frotaron con ungüentos,
animaron con carnavales de cariño
mi piel dormida.

Inundaron de posibles hijos e hijas
mi tinaja entusiasta
siempre que quisieron.

Con ambos compartí
los panes y otros peces,
los libros, las caricias y la música,
los mares, las estrellas,
el tiempo, la cena y la mañana:
en fin: La Vida.


Ambos me habitaron y me habitan
incluso ahora que no los tengo
porque uno se fue volando y mariposa
cruzó hasta la otra orilla de repente.
El otro anida por dentro aún,
me revolotea, dice desde mis adentros
que está cerca aunque esté lejos,
hoy habita otros suburbios
e intuyo que tiene miedo
de lo que es capaz de derramarse
en este territorio.

Estos dos hombres solitarios y morenos
me cantan cada noche entre las sábanas,
me agitan el cabello y ruborizan mis almohadas
con las cosas que se les ocurre
proponerme en sueños.

Tengo dos amores
atrapados en el ansia y el deseo.
Ay!…los dos me encantan. Cantan.
Ramas de un mismo árbol caliente.
Animales de la misma especie. Peces.


Los tengo y no los tengo
los vivo y se me mueren
estos dos amores míos,
estos dos pechos que me encienden.

El que voló se acerca y se me acurruca por las noches
me dice que tranquila, que no me asuste,
que ya vendrán tiempos mejores
y mejores amores
y con los dolores más consuelo
y crecerá la población de mis amores.

El que viene y se va
como marea
me dice que le de tiempo, que siempre estará conmigo
que ya vendrán tiempos mejores
y mejores amores
y con los dolores más consuelo
y crecerá la población de mis amores.


Ay! …los dos me encantan. Cantan.
Ramas de un mismo árbol caliente.
Animales de una misma especie. Peces.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

...quisiera ser un pez...

bajamar dijo...

hace poco, muy poco, aprendí que jamás dejamos de amar, cuando hemos amado de verdad...quisieramos que los peces se vuelvan cálidas piscinas, pero, aunque a veces lo son, nadan en nosotros.. aunque ausentes muchas veces...

hermoso, eres afortunada...

un beso

Recomenzar dijo...

muy lindo leerte
Abrazos

Tartaruga dijo...

Poesia linda Julia. Llena de musica ademas. saludos

Julia Ardón dijo...

Sería bonito que alguien cantara algo de lo que he escrito...a mi algunas cosas se me hacen mejor como canciones que como poemas.

Nat dijo...

muy sincero, muy real.

Tartaruga dijo...

Bueno, Julia, este poema merece una cancion y me parece que tenes muy buenos amigos que pueden interesarse en cantar esta y otras de tus poesias.

Anónimo dijo...

Esta bella poesìa no la leì, la escuchè...
Que belleza!

Julia Ardón dijo...

Sería lindo hacerla canción...¿ verdad?
pero no soy música...