Cada día la misma historia:
el fuego, la olla, el agua que hierve.
La leche.
Y de nuevo…de repente:
las pelotitas,
los grumitos,
las espesuras.
Y le doy vuelta al caldo de nuevo
y de nuevo
las pelotitas,
los grumitos,
las espesuritas...
y que más rápido, sí,
que le doy vuelta más rápido
y nada.
El fuego, la olla, el agua que hierve.
La leche.
¿ Cómo deshacer tus ojos dulces
dentro de estas humedades que me hierven?
¿ Cómo lograr que floten ,
se evaporen, se disipen.,.vuelen?
Es que este amor se me apelota,
es demasiado el fuego,
demasiado alto.
Demasiadísimo fuerte.
¿ Cómo apagarlo?
¿ cómo bajarle la fiebre a las manos apetentes?
¿De dónde pensando en tu pecho arbolado, el hielo?
¿De dónde soñando con tu caricia, la paz?
¿De dónde , amor…de dónde?
El atol se me espesa
sin remedio.
Y es mi alimento
y por eso después
ando estreñida.
Necesito un colador.
lunes, enero 08, 2007
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2 comentarios:
Qué liiindo... es precioso, un encanto matutino de sensaciones, de tantas y tantas cosas, pero todo condensado en una ingeniosa metafora de un momento cotidiano.
Me encantó
saludos
Es que este amor se me apelota,
El atol se me espesa
sin remedio.
Necesito un colador.
ayyyyy Julita * Que Manera*
de decir, de sentir de vivir.
Mil besos Mujer!!!
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