domingo, febrero 04, 2007

Anónimos y Libres

Hay países desconocidos
donde podríamos vivir
anónimos y libres,
plantar un árbol,
o más de uno,
soltar semillas,
cosechar frutas y lechugas.

Hay países desconocidos
donde podríamos morir
anónimos y libres,
plantar un árbol,
o más de uno,
sembrar encantamientos,
cosechar palabras amorosas y delicias,
recibir a los hijos y a los nietos,
arreglar los floreros,
tender la mesa,
prender la cama,
poner el fuego,
aplacar la tos,
abrir cortinas y ventanas,
separar el polvo de las pajas,
comer mandarinas por las tardes.

Hay países
donde podríamos vivir
anónimos y libres,
tan anónimos y libres,
tan anónimos y libres
tan desconocidos
y tan conocidos
como quisiéramos.

Enterrar al miedo,
tejer veraneras,
dibujar los sueños y las risas,
agradecer la lluvia, el sol,
el canto del gallo,
el café recién chorreado,
la panza abonbada de la yegua,
el relincho ardoroso de un perico,
la cola cantarina de algún perro,
la leche hirviendo en la cocina.

Hay países donde podríamos
tender la mesa,
poner la cama,
tender el fuego,
abrir las puertas y las almas
separar el polvo de las pajas,
hornear rosquillas por las tardes.

Hay países
Donde podríamos morir
anónimos y libres,
tan anónimos y libres,
tan conocidos
y tan desconocidos
como quisiéramos...

como quisiéramos.

2 comentarios:

bajamar dijo...

Yo quiero uno de esos paises...hogar paises...
hasta nostalgia de allí sentí al leerlo

:)

Julia Ardón dijo...

son países que están en el corazón.