miércoles, junio 01, 2011

Gallos

Una vez, no hace mucho,
era de noche,
sentí que llegabas.
Estuve con vos largo,
tendido, quieto, callado vos.
Un gallo cantó a destiempo,
insistente,
del otro lado del balcón
cuando tus ojos claros
me revelaron la verdad primera,
la única que importa.
La eternidad celeste tu piel
y yo bebiéndola,
mojándome con ella
y arriba las estrellas en jauría.
¿ Qué es verdad , amor?
¿ qué es lo cierto?
¿ lo que pasa?
¿ lo que no pasa?
¿ lo que soñás?
¿ qué es verdad?
Decímelo vos en un abrazo.
Te confieso que tenía días ya,
honestamente años,
de no sentir un cuerpo macho,
un par de manos,
así de cerca
y que la experiencia
ya es parte de mi biografía;
se ha colado, como los gallos,
esos que todas las noches,
del otro lado del balcón
insisten en cantar cuando aún no ha amanecido.
Siempre a destiempo.


24 de mayo, 2011

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