jueves, enero 11, 2007

Parir

Ver lo mismo con otros ojos
darle vuelta a las cosas
ponerlas al revés,
observar, con asombro qué sucede,
qué cosa nueva
se nos descubre.

Sorprendernos de lo que es capaz
de producir
un aparentemente simple
cambio de punto de partida,
descolocamiento de costumbres,
reacomodo de fuerzas y lugares,
aunque sean las mismas,
seamos los mismos
y desde el mismo lugar
nos enfrentemos
a las mismas cosas.

La diferencia la hará la mirada
y a partir de allí
estallará el asombro,
ante nosotros,
llorando de gozo,
como un niño recién nacido.

4 comentarios:

bajamar dijo...

Que precioso y que cierto...ese niño naciendo llora de gozo, pero también de asombro y de cierto miedo, a ratos quiere volver hacie el sitio conocido en el que estaba, más fácil, más acostumbrado, aunque no más seguro, pero también sentir ese gozo que se vislumbra, ese nuevo sitio alado e iluminado desde donde comienza un verdadero viaje que siente más verdadero, hacia adentro y también hacia afuera, hacia el infinito...si, es realmente como un parto, y mira que necesita valor este niño /a

muy precioso y clarito

gracias

saludos

Solo Palabras... dijo...

Julia, que agradable pasear por tu blog y recorrer tus palabras.
Te dejo un cariño desde el río de la Plata

Anónimo dijo...

Todo está, siempre, en los ojos que miran...hasta la rutina.

Excelente poema , ha sido un verdadero placer leerte.

Saludos

Julia Ardón dijo...

Gracias por leer.
Tuvo mucha importancia para mi reencontrarme con este poema perdido un día de estos.